Detrás del ataque de Israel a Irán se esconde otro objetivo que Occidente debe tener en cuenta
Por: Gastón Saidman
El conflicto actual en Medio Oriente no sólo se concentra en esta región, hay un desafío en el sistema internacional que debe ser tomado muy en serio, especialmente por el líder del mundo moderno, Estados Unidos.Dado que Israel es la base principal de los intereses occidentales, la lucha no se basa únicamente en el campo de batalla con la fuerza militar, ya que como he subrayado en muchos de mis artículos en este ámbito, la religión y la tradición son parte del estilo de lucha iraní. El peligro no surge sólo de la cantidad de armas, sino también de la forma en que afecta la opinión de sus aliados o de aquellos que se sienten alineados con el régimen de los ayatolás, y si Israel lucha contra Irán en el terreno militar, también lo hace contra quienes le suministran armas como Rusia o China, algo que los países occidentales deberían tener en cuenta.
A lo largo de la historia hubo una línea que separó las culturas, lo que marcó a las comunidades orientales como bárbaras. Estas diferencias llevaron a los persas a expandir su poder hacia el oeste, pero fueron detenidos por los griegos, siglos más tarde los venecianos lograron detener la expansion del Imperio Otomano y con el tiempo, las fuerzas siguieron luchando y la posición de los líderes cambió, pero el conflicto entre Occidente y Oriente siguió hasta la fecha de hoy.
A día de hoy, Israel es el país de la región que impide que el radicalismo islámico alcance una hegemonía que vaya más allá del mar Mediterráneo. Comienza impidiendo la influencia de Hamás en la Autoridad Palestina, ayudando a Egipto en el servicio de inteligencia contra los seguidores de la rebelión de los Hermanos Musulmanes quienes son una gran amenaza para el gobierno egipcio y obviamente la guerra contra Hezbolá, que representa una amenaza para el resto de la población cristiana y sunita en el Líbano.También está la unión entre Israel, Grecia y Chipre que hace un frente contra Turquía en relación a las zona seconómicas del mar, por la producción de gas natural. Esto se combina con el deseo de controlar la inmigración africana a Europa como palanca para Influir en la Unión Europea.
Entonces el orden es el siguiente: El Islam radical tiene interés en reducir la influencia occidental en Medio Oriente, y los principales países que llevan a cabo este plan son Turquía e Irán. Los países de la Península Balcánica sufren esta amenaza, al ser una zona estratégica para llegar a Egipto, y por otro lado, Rusia coquetea con musulmanes radicales como Hamás y pretende reducir la presencia occidental en el Mediterráneo Oriental para privar a Europa de recursos energéticos que allí se encuentran.
En resumen, Irán ha declarado una guerra al mundo que llama guerra santa, cuyo objetivo final es restaurar lo que fue el Imperio Persa mediante la destrucción de la influencia occidental. La propaganda iraní logró nublar la visión del mundo moderno que no percibe el peligro inminente dejándose llevar por imágenes de destrucción civil, pero sólo en un lado del mapa, logrando crear una gran imagen que forma parte del Opinión internacional desconectada del punto de vista moral.
El poder del terrorismo también mostró su verdadera cara el 7 de octubre de 2023, y el conflicto israelí-palestino o Israel-Hamas, como se quiera llamarlo, no terminará con la declaración de una frontera entre las dos partes, y esto es porque ni siquiera el Islam radical quiere la existencia misma de esta frontera. Por lo tanto, mientras Israel sea el país que lucha contra esta entidad maligna, el mundo debería despertar y saber expresar sus críticas de manera moderada.
Excelente artículo.
Excelente análisis. Muy profundo y objetivo.