Israel enfrenta una ola migratoria sin precedentes: llaman a crear un plan nacional para el retorno de ciudadano

Por: Gastón Saidman

Fuente: Knéset

En los últimos años, Israel está atravesando una preocupante tendencia migratoria: decenas de miles de ciudadanos abandonan el país cada año, mientras que el número de quienes regresan disminuye notablemente. Autoridades legislativas y expertos advierten que el fenómeno ya no puede ser considerado una simple fluctuación, sino un proceso estructural que amenaza con tener consecuencias demográficas, sociales y económicas de gran alcance.

Aumento sostenido en la emigración

Datos del Centro de Investigación y Documentación de la Knéset revelan que entre 2022 y 2024, más de 190,000 israelíes han dejado el país por estadías prolongadas. Solo en 2023, salieron más de 82,800 personas, un incremento del 44% respecto al año anterior. Este fenómeno se mantuvo en 2024, con cifras similares reportadas hasta agosto.


Actualización de datos de inmigración israelí

Por el contrario, el número de ciudadanos que regresan tras vivir en el extranjero ha disminuido cada año. En 2024, menos del 30% de los que se fueron regresaron, lo que refleja una tendencia migratoria negativa constante.

Una señal de alarma para el Estado

Durante una sesión especial del Comité de Inmigración, Absorción y Diáspora de la Knéset, su presidente, el diputado Gilad Kariv, alertó sobre la falta de políticas estatales para abordar esta crisis. “Estamos ante un verdadero tsunami de emigración. Cerca de un millón de israelíes viven hoy en el extranjero, y el Estado no tiene ningún plan para traerlos de vuelta”, declaró.

Kariv hizo hincapié en que el gobierno debe reconocer el problema y actuar de inmediato: “El país ignora la situación, a pesar de las señales de advertencia. Es urgente diseñar un plan estratégico nacional para fomentar el retorno de ciudadanos y frenar el éxodo”.

Críticas y propuestas desde el Parlamento

Otros diputados también expresaron preocupación. Yevgeny Soba (Israel Beitenu) acusó al gobierno de “fomentar la emigración negativa” y de obstaculizar la llegada de nuevos inmigrantes. Por su parte, Vladimir Beliak (Yesh Atid) remarcó que muchos de los que se van tienen un papel clave en la economía israelí, y su partida representa una pérdida millonaria para el país.


Fuente: Knéset

Ambos coincidieron en la necesidad de establecer una política clara y activa que frene la tendencia migratoria, incentive la permanencia, y facilite el retorno.

Instituciones estatales se desligan del problema

El Ministerio de Absorción, en palabras de su subdirector Erik Michelson, aclaró que su mandato actual no incluye frenar la emigración, aunque sí mantiene vínculos con comunidades de israelíes en el exterior. Mientras tanto, el Instituto Nacional de Seguros informó un crecimiento alarmante en las solicitudes de cancelación de residencia por parte de ciudadanos israelíes: de 2,500 anuales en 2015-2021 a más de 8,400 en 2024.

Próximos pasos

El Comité parlamentario anunció que realizará una nueva sesión de seguimiento cuando se publique el próximo informe del Instituto Central de Estadísticas, con el objetivo de avanzar hacia un plan integral para enfrentar la crisis.

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