A tres años de los acuerdos de Abraham, logros, obstáculos y potencial

Por: Gastón Saidman

A partir de datos publicados por el “Instituto de los Acuerdos de Abraham”, en el siguiente artículo intentaré analizar el progreso de estos acuerdos durante sus tres primeros años, cuáles fueron los logros y qué queda aún por hacer.

A primera vista notaremos que el campo de la tecnología y la innovación logró unir a las partes y convencer a más países de unirse, siendo este un mercado donde ambos sienten un gran interés en expandirse y fortalecerse. La buena química entre empresarios, centros de innovación y empresas de los Estados miembros permitió planificar un gran número de proyectos de cooperación tecnológica, por ejemplo, “la Start Up Nation Central de Israel celebró, junto con socios marroquíes y bahreiníes, conferencias bilaterales bajo el título de “Conéctate a lo nuevo”, donde se discutió el papel y liderazgo de la mujer en el campo de la innovación y la tecnología. También se creo la “zona tecnologia UAE-Israel”, que opera como una plataforma y comunidad exclusiva y primaria que une colaboraciones tecnológicas, empresariales, comerciales, de capital de riesgo y gubernamentales entre los EAU e Israel. La misma está llevando a cabo el programa T3 que une jóvenes profesionales israelíes, emiratíes y estadounidenses. Lo más explotado fue en especial proyectos medicinales.

Se respira un ambiente positivo, la cantidad de proyectos como estos también han dado resultados comerciales entre empresas tecnológicas, fondos y organizaciones financieras israelíes, incluso se establecieron oficinas en los Emiratos, y lograron recaudar inversiones del gobierno emiratÍ para el desarrollo de empresas emergentes.

Durante este período tuve la oportunidad de reunirme con políticos y empresarios relevantes de los Acuerdos de Abraham, donde se constata que las organizaciones creadas para promover las relaciones bilaterales tienen un toque político y comercial. En mi reunión con la vicealcalde de Jerusalén, la señora Fleur Hassan, que fundó el “Consejo Empresarial de los Emiratos Árabes Unidos-Israel”, me explica la importancia del sector público en esta actividad, y me da a entender que el el consejo en sí está destinado a empresarios y se centra en brindar orientación a los empresarios israelíes sobre cómo gestionar sus negocios con los Emiratos, implica reuniones de zoom de carácter networking donde los participantes pueden conocerse entre sí, una forma muy nueva siendo estos eventos mayoritariamente presenciales.


La respuesta de las partes es muy cálida y aunque lo planeado no siempre se cumple al 100%, el ambiente es muy amigable lo que da mucha esperanza en comparación con otros acuerdos de paz.

Junto a la vicealcalde de Jerusalén, la señora Fleur Hassan

Al unir comunidades en el aspecto social se evidencia un gran interés en temas sociales y religiosos por las dos partes, en ese contexto el rabino de la comunidad judía de Dubai, Rabino Eli Abadi, ve los acuerdos como un paso hacia el acercamiento entre el pueblo judío y el pueblo árabe. Hoy en día existe en Dubái una importante comunidad judía que aporta mucho a los Emiratos debido a su actividad comercial. Un gran número de judíos llegaron de Estados Unidos y logran promocionar sus negocios aquí, además, el Rabino asegura que dar conferencias sobre la historia de los judíos en los países árabes, siempre sorprende cuando los emiratíes ven cómo era en algunos países el estilo de vida basada en el comercio y la cooperación entre ambos pueblos.

Junto al Rabino de Dubai Elie Abadi

Desde el punto de vista político, dentro del parlamento israelí se formó un lobby para el desarrollo de los Acuerdos de Abraham liderado por el diputado Dan Ilouz. El lobby es uno de los pocos que está formado por la mayoría de los partidos de gobierno, es decir, el gobierno y la oposición aquí se han unido para sacarlo adelante. El propósito de trabajar desde esta plataforma parlamentaria no es interferir en proyectos comerciales o sociales, pero al ser un enfoque de carácter político y diplomático, se convierte en una herramienta más para acercar a otros países a ser parte de los acuerdos.

Junto al Diputado Dan Ilouz Presidente del Lobby parlamentario para el desarrollo de los Acuerdos de Abraham

Estamos ante un mundo lleno de muchas posibilidades, aunque aún quedan algunas barreras por superar.

Las diferencias culturales y geopolíticas juegan un papel importante en la configuración de muchas de las iniciativas discutidas. Estas se evidencian al final de los objetivos y las formas de labor que no siempre coinciden y dificultan el trabajo en equipo.

Más allá de la búsqueda de la paz que implica el acuerdo, pudimos ver diferentes grupos que se crearon con el objetivo de hacer realidad la idea de poder comercializar con ella o solo ayudar. Las empresas israelíes como las de los Emiratos, han logrado llevar a cabo algunas actividades de cooperación, no siempre con resultados realmente beneficiosos, no todos los proyectos con fines de lucro se han completado y algunos todavía están en camino.

El fondo de inversión creado entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, no logra del todo responder a ambas partes en sus ambiciones, de lo contrario vemos como ejemplo que el conocido pryecto “blue-green prosperity” entre Israel, Jordania y EAU ha tenido innumerables cambios y rechazos.
Aunque las empresas pueden ponerse de acuerdo, este es un proyecto de factores geopolíticos y por falta de acuerdos intergubernamentales, el avance actualmente es muy lento.

El acuerdo con Emiratos puede servir de ejemplo a Arabia Saudí si en el futuro Israel consigue alcanzar la normalización con ellos, y desde el principio hay obstáculos el cual podría escribir un artículo entero sobre el tema, pero volviendo a los acuerdos de Abraham debemos intentar ver el punto de vista de ambas partes y comparar después. Es bueno para Israel, por su paz interna y su estatus regional, firmar el máximo número de acuerdos con países árabes, y en este caso es bueno para los Emiratos tener a Israel como aliado por ser una star-up nation que lleve con su tecnologia y desarrollo a los emiratos a ser tambien una potencia tecnologica. Verlo así tiene sentido, lo que los medios occidentales no publican es que tanto Emiratos como Arabia Saudita son las futuras potencias tecnológicas, Y en parte, muchos empresarios que no están relacionados con Israel ni con los propios acuerdos ya están invirtiendo en nuevas tecnologías dentro de los Emiratos, como Arabia Saudita e incluso los países del Golfo.

Por tanto, está claro que Israel puede contribuir con su experiencia, pero hay que recordar que no es el único, y en este caso incluso la parte israelí tras bambalinas todavía tiene dudas. Observamos que los Emiratos tienen interés en colocar sucursales de empresas emergentes israelíes y esto puede ser muy beneficioso para Israel; sin embargo, por alguna razón, las empresas israelíes aún continúan centrando sus inversiones y desarrollo comercial estableciendo sucursales en los EE. UU. y Europa. , Asia e India, esto último retrasa muchas empresas e inversores por no llegar a un acuerdo.

Creo que para una solución debemos invertir en organizaciones como mencionamos que trabajen como agentes externos y puedan crear programas conjuntos, como la iniciativa para conectar a jóvenes del sector de alta tecnología con empresas unicornio en Israel, es decir, realizarán pasantías en empresas dentro de Israel, esto puede brindarles a los jóvenes emiratíes un curso de experiencia y de allí regresar a su país con los contactos y la capacidad de establecer sucursales como deseen.

Pero incluso aquí intervienen problemas políticos, el famoso proyecto “Abraham Funds” liderado por el gobierno Trump, iba a proponer un proyecto de ley para crear un fondo gubernamental que promueva la cooperación en acuerdos, pero el gobierno de Biden lo canceló.

Debemos ver el potencial de los Acuerdos de Abraham como un incentivo para su expansión e integración regional, y ser un elemento importante en la visión 2030 de Arabia Saudita, por ello, fomentar el apoyo de terceros, para asegurar el éxito en la innovación y superar barreras, son la clave para que se pueda avanzar pero sobre todo para ampliar un círculo de paz en Oriente Medio.

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