Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, geopolítica para entender la situación actual
La guerra Rusia-Ucrania podría ser calificada como un conflicto internacional y no solo regional, teniendo en cuenta como esta influenció en el comportamiento de las potencias internacionales en el momento de tomar posición. Decir que la guerra creó el eje China, Rusia e Irán y el eje Estados Unidos, Israel y los países de occidente no sería lo correcto, porque ya se tenía conocimiento para que lado apuntaba cada país. La guerra consiguió solo agudizar las diferencias entre los dos ejes llevando a la práctica la política de sanciones liderada por Estados Unidos, razón por la cual el otro eje y sus opositores debieron tomar represalias: no respetaron las sanciones y siguieron realizando negocios entre ellos. El resultado se refleja en la batalla conocida como la guerra tecnológica de los chips que duramente podría afectar la economía china
Medio Oriente no se queda fuera del conflicto y aquí otra vez nos encontramos con países también divididos en ejes que luchan por el control de la zona entre Chiítas y Sunitas y si bien este conflicto tiene sus propias raíces, la guerra rusa- ucrania solo aporta al crecimiento de las tensiones, en especial cuando las sanciones en parte son hacia el mercado petrolero, principal fuente de ingreso de muchos de los países del Oriente Medio.
Tanto Arabia Saudita como los Emiratos Árabes Unidos son considerados como las economías más sólidas de Medio Oriente. Es de vital importancia cada cierto tiempo observar las relaciones entre ambos y el modo que estas afectan al resto de la zona, sumando el conflicto internacional con la guerra rusa-ucraniana que, a su vez, está afectando el mercado al mismo tiempo que activa las políticas de los ejes nombrados.
Con las sanciones a Irán y Rusia sobre su exportación, el petróleo volvió a ser el dilema principal entre las potencias. En Medio Oriente, cuando se discutió unos meses atrás sobre la producción del crudo, despertó un aprieto entre los gobiernos sunitas. La dura caída del precio del crudo, resultado de la pasada pandemia, fue un golpe muy duro para las economías de los estados colosos y si bien se pudo ver un poco de luz con el fin del COVID19, el 2022 nos sorprendió a todos con el ataque de Rusia a Ucrania.
Visto así podría ser de una gran oportunidad, ya que, al bloquear la exportación iraní de crudo, tanto Arabia Saudita como Emiratos podrían ahora entrar en el mercado internacional con su producto, por lo cual existió una decisión por parte de los países que componen el OPEP+ de reducir la producción del crudo, y de esta manera subir los precios del barril, por día. Ante esto los Emiratos se opusieron diciendo que justamente ellos quieren ver ganancias de la exportación del crudo, basándose en el informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE). La Agencia estima que la demanda de petróleo en el año 2030 será de 105 millones de barriles por día (5 por ciento más que la demanda registrada en vísperas de la crisis de Corona) aunque no hay que dejar pasar las nuevas tecnologías de la energía renovable, que ha llamado la atención de muchos líderes alrededor del mundo, como fuente de energía. Esto afectaría a la demanda del petróleo recortando su producción a 85 millones BPD. Por lo tanto, el deseo de los emiratíes de maximizar las ganancias hoy, ante la incertidumbre a largo plazo, puede afectar la línea de pensamiento de otros países del cartel. Dicha actitud no ayuda en nada para concretar las ambiciones de su socio saudita, pero más aún esta disputa debilita la imagen de un frente unificado contra Irán, lo que obviamente para Israel podría ser algo muy negativo.
La situación política actual ha activado los ejes nombrados tanto en Occidente como en el Medio Oriente, por lo cual cada país debe de moverse según su interés y esto no siempre juega a favor de los países amigos entre sí. Entre Arabia Saudita, Israel y los E.A.U existe una relación estable pero no tan comprometida como a muchos nos gustaría, incluso con los acuerdos de Abraham de por medio. Desde aficionados hasta expertos analistas políticos deberían tener en cuenta lo siguiente: Irán ha logrado fortalecer su estatus como país líder de la zona y es consciente de que para mantener esta posición tendrá que llegar a acuerdos con países fuertes como Arabia Saudita y Emiratos, incluso siendo estos sus rivales quienes tendrán que saber cooperar con Irán. Este panorama no resulta muy alentador para Israel, pero al mismo tiempo el resto de los países árabes deben de mantener una agenda con otros países islámicos, incluso radicales, por su propio interés, por lo cual no nos tendría que sorprender el último acercamiento entre Irán y Arabia Saudita.
La situación de Medio Oriente hoy es complicada. El eje liderado por Arabia Saudita se debilita por las nuevas relaciones con Irán, este paso no debe ser bien visto por sus aliados, lo que si sumamos el conflicto anterior en relación a la producción de petróleo, parecería ser que las relaciones entre E.A.U y Arabia Saudita no están en su mejor momento.
Diferencias entre Arabia Saudita y E.A.U
Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos han liderado importantes campañas regionales intentando situar la región bajo el ala de su liderazgo, pero en los últimos años, los conflictos se extendieron llevando a esas dos naciones a escoger políticas que son contrarias incluso a sus propios intereses.
Por ejemplo, los Emiratos Árabes Unidos luego de los ataques iraníes a los buques en el Golfo por 2019, optaron por el diálogo con Irán. En realidad, fue por la falta de compromiso de los Estados Unidos en el momento de responder y defender a sus aliados sauditas, lo que despertó por parte de los emiratos el temor al daño iraní. El diálogo llevó a que los Emiratos Árabes Unidos anunciaran la retirada de sus fuerzas de Yemen abandonando a sus aliados, y donde soportó principalmente la peor parte de la lucha contra los rebeldes hutíes, que cuentan con el apoyo iraní. Mientras que Abu Dhabi en realidad apoya a los separatistas en el sur, Riyadh apoya al gobierno central en Sana’a, que es reconocido por la comunidad internacional. Además, el acuerdo de reconciliación saudita con Qatar, firmado en enero del año 20221, despertando la desconfianza de los Emiratos Árabes Unidos, ven a Qatar como una amenaza y de momento muestran mucho cuidado en su relación con ellos.
Podemos entender con esta explicación que el eje anti-iraní se está debilitando, pero no solo en Medio Oriente si sumamos el ejemplo que di al comenzar el artículo sobre lo que está pasando en el resto del mundo. Notaremos también lo mismo donde el eje occidental contra China y Rusia. Los que sean aliados de Irán se fortalecerán.
El panorama nos revela quiénes serán las futuras potencias y por lo visto, Israel no pertenece a ese nuevo liderazgo. Por lo tanto, de ahora en adelante Israel tendrá que saber manejar sus políticas exteriores con mucho cuidado.
Basado en el articulo de INSS