La forma de frenar el galope de Irán es a través de los depósitos de misiles en Líbano
Por: Coronel (res.) Dr. Eran Lerman
Fuente: JISS
Traducción: Gastón Saidman
Se acerca el momento en que Israel tendrá que decidir si actuar solo por su propia seguridad. Aparentemente, el camino para prevenir un Irán nuclear pasa por la eliminación de la amenaza de los misiles del Líbano, incluso a costa de una actividad proactiva por parte de Israel.
Los bombardeos de cohetes disparados contra Israel en Pésaj desde el Líbano son una iniciativa del eje proiraní, aunque Hezbolá no se ha responsabilizado del incidente. No hay duda de que Hezbolá quiere dar a entender a Israel que los “lanzamientos de misiles” son por parte organizaciones palestinas en el sur del Líbano, esto le permite negar su responsabilidad y prevenir una escalada la cual Irán no le conviene en este momento, menos ahora que está avanzando en el desarrollo de la bomba nuclear.
El lanzamiento de misiles es parte de la estrategia iraní que tiene como objetivo rodear a Israel con un “círculo de fuego ” para hacer miserable la vida de sus ciudadanos. En Teherán, piensan que el punto débil de Israel es el frente civil y la presión constante lo que conducirá al colapso del estado sionista. La amenaza de los misiles también pretende disuadir a Israel de actuar contra el proyecto nuclear de Irán. Es posible que las disputas en Israel sobre la reforma legal hayan erosionado la disuasión israelí e influido en la evaluación estratégica de nuestros enemigos sobre la determinación israelí y el momento del último tiroteo desde el Líbano y Gaza.
Irán ha armado a la organización Hezbolá con más de 100.000 misiles, cubriendo todo el territorio del Estado de Israel. Está claro para todos que “los misiles no se oxidarán” y es probable que los esfuerzos de Irán para perfeccionar este arsenal de misiles tengan al menos un éxito parcial (al igual que el arsenal de misiles en Gaza también ha crecido y mejorado con el tiempo).
Uno de los obstáculos que hay que eliminar antes de abordar el tema nuclear iraní es la amenaza de los misiles en manos de Hezbolá, que pueden causar enormes daños a Israel. A diferencia de la situación en Gaza, la respuesta a la magnitud de la amenaza de Hezbollah no es solo un duelo entre los misiles y el sistema de defensa aérea israelí. Todos entienden que lidiar con las reservas de misiles en el Líbano también requiere una amplia acción terrestre.
Por lo tanto, las FDI deben prepararse para una guerra preventiva en el norte para eliminar la amenaza de los misiles a las instalaciones estratégicas del país antes de abordar el problema nuclear iraní. La actividad militar y diplomática israelí de hoy debe tener como objetivo eliminar la amenaza de los misiles desde el norte. Este es el objetivo intermedio en el camino para frustrar el programa nuclear iraní.
Una invasión del Líbano para limpiar de misiles al vecino del norte requiere preparativos cuidadosos. Los ejercicios de las FDI en el norte, así como las maniobras de las fuerzas de las FDI en las montañas de Chipre, indican que hay preparativos para el escenario libanés. El ex ministro de Defensa, Benny Gantz, también testificó en los últimos días. Las FDI deben centrarse en esta tarea.
Israel, que ha iniciado guerras en el pasado (1956, 1967, 1982, 2006) y también operaciones extensas, sabe que toda guerra requiere recursos de legitimidad del interior y de la comunidad internacional (principalmente Estados Unidos). Necesitamos construir una atmósfera cómoda para una iniciativa israelí en el Líbano lo antes posible. El deslizamiento del Líbano hacia el caos y los ataques con misiles desde el sur del Líbano son una oportunidad para crear el comienzo de una comprensión de la necesidad de Israel de actuar. Líbano y Hezbolá deben estar firmemente vinculados en la conciencia internacional e israelí a la agresión iraní.
El rápido progreso de Irán hacia la bomba nuclear y la creciente identificación de Irán como un aliado de Rusia que lucha en Ucrania puede permitir una mayor libertad de acción para Israel.
Si de hecho hay una reducción en la disuasión israelí (la disuasión es difícil de medir), entonces la forma comprobada de aumentarla es mediante el uso efectivo de la fuerza. Demostrar la voluntad de usar el poder de las FDI mientras se está dispuesto a sufrir pérdidas genera disuasión.
Mantener la posición regional de Israel también requiere la voluntad de usar la fuerza militar contra la misión de Irán. Los países árabes “moderados”, especialmente los que firmaron los Acuerdos de Abraham, siguen con interés la conducta israelí. En ausencia de una actividad israelí decidida y efectiva, los aliados de Israel en la región, que temen la retirada de los estadounidenses de la región y temen la agresión iraní, pensarán que Israel es una caña rota en la que no se puede confiar. Entonces se acercarán a Irán. Arabia Saudita ya señaló esa dirección cuando renovó sus relaciones diplomáticas con Irán.
Se acerca el momento en que Israel tendrá que decidir si actuar solo por su propia seguridad. El camino para prevenir un Irán nuclear y una peligrosa proliferación nuclear en la región aparentemente pasa por la eliminación de la amenaza de los misiles del Líbano.
Sobre el Autor:
El Dr. Lerman fue subdirector de política exterior y asuntos internacionales en el Consejo de Seguridad Nacional en la Oficina del Primer Ministro de Israel. Ocupó altos cargos en la inteligencia militar de las FDI durante más de 20 años. También se desempeñó durante ocho años como director de la oficina de Israel y Medio Oriente del Comité Judío Estadounidense. Enseña en el programa de estudios de Medio Oriente en Shalem College en Jerusalén y en programas de posgrado en la Universidad de Tel Aviv y el Colegio de Defensa Nacional. Es un experto en las relaciones exteriores de Israel y en el Medio Oriente. Un Sabra de tercera generación, tiene un Ph.D. de la London School of Economics y un MPA de la Universidad de Harvard.