El Parlamento libanés enfrenta un destino incierto tras la guerra entre Israel y Hezbolá

Por: Gastón Saidman

Durante las últimas dos semanas, se han celebrado varias reuniones en el parlamento libanés para abordar los daños a la infraestructura del país. La guerra entre Israel y Hezbolá destruyó una parte importante de las carreteras y edificios, el resultado actual es una cantidad significativa de escombros para la reconstrucción, pero desde el punto de vista de los parlamentarios, esto no es nada alentador y el Líbano se encuentra en un estado de incertidumbre que no le permite ver claramente cómo restablecer tartar al problema.

Gran parte del sur del Líbano se ha visto afectada por la guerra, dejando al Líbano en un estado devastador. El parlamento está tratando de ver si se puede crear un plan para reconstruir algunas de las propiedades y ayudar a los ciudadanos dañados. Lamentablemente, la crisis económica que atraviesa el Líbano desde hace varios años no presenta un concepto claro y, después de varias reuniones, aún no se ha elaborado un plan para enfrentar la crisis que se aproxima con el fin de la guerra.

El problema es que el Parlamento libanés atraviesa uno de sus momentos más críticos, ya que no existe una unidad sólida entre los partidos. Es sabido que su sociedad dividida entre cristianos y musulmanes de diferentes ramas del Islam, siendo las más importantes los sunitas y los chiítas, no puede llegar a un acuerdo sobre muchos asuntos internos del país, lo que crea un ambiente muy hostil para el trabajo y la planificación del futuro.

No es sólo cuestión de acuerdo, la falta de orden en el gobierno no permite ni siquiera un informe oficial con una base de datos estructurada que brinde información sobre el número de edificios destruidos o escombros, lo que impide iniciar la planificación de rehabilitación.

Por lo tanto, el sentido de esta reunión es primero ordenar las diferentes perspectivas sobre la situación, aclarar y establecer una metodología científica que logre crear un mecanismo claro que permita al gobierno actuar a favor de restaurar su infraestructura y también abordar los problemas psicológicos causados a la sociedad.

Por ahora se ha creado una empresa consultora, pero carece de suficientes ingenieros y los informes recibidos contienen fallas que es necesario resolver. El parlamento libanés ahora pretende establecer un comité de rehabilitación con una variedad de especialidades que supervisará la cuestión.

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