Embajada de Argentina en Israel otorga medalla a héroe de Malvinas
Por: Gastón Saidman
La causa Malvinas es un tema muy delicado y de extrema importancia sentimental para todo argentino, y quienes abandonaron argentina no se olvidan de ese acto patriótico que unificó y fortaleció el sentimiento nacional sin importar religión o raza. “La perdida perla austral” como se la califica en el Himno de Malvinas, pertenece al territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata incluso antes de su independencia el 9 de julio de 1816, y que el 3 de enero de 1833 la invasión del Reino unido violando la integridad territorial argentina tomó por la fuerza las islas expulsando a las autoridades que lideraban el lugar.
El suceso bélico marcó a una generación de jóvenes argentinos que siguen manteniendo el sentimiento malvinero sin haber vivido la época, esto se mantuvo gracias a sus soldados sobrevivientes, valientes combatientes de infantería de marina junto con la armada, la cual participó con los buques portaviones ARA 25 de Mayo, buque insignia de nuestra armada como también el General Belgrano y otras unidades que enfrentaron a una de las potencias militares mas grandes del mundo, y que con el tiempo se convirtieron en un pedazo de la historia actual de la República Argentina.
La posibilidad de poder conocer cara a cara a un ex combatiente de Malvinas es una oportunidad que todo argentino debe desear, pero no solo por lo que representa, sino también para poder darle la mano y decirle gracias.
Es por eso que la Embajada Argentina en Israel realizó el lunes 19 de junio una ceremonia en honor al ex combatiente de Malvinas José Luis Fernández.
José vive en Israel ya hace mas de 10 años, es en esta tierra donde conoció a su mujer Sari Cinamon quien es la persona que mas lo ayuda en el proceso para el reconocimiento como ex veterano de guerra, ella viajó con él a la Argentina para exigir sus derechos y lo ayudó a comunicarse a través de redes sociales con sus compañeros de guerra. Hoy junto a Sari tiene una hermosa familia, y viven en Haifa junto a su hijo de nombre Carmel Yehuda Fisher quien dentro de poco se reclutará al ejército como tanquista. Sari no solo es su mujer y la persona con la cual logró rehacer su vida en Israel, ella también es su confidente de uno de los temas que mas le costó a José sacar a luz, mejor dicho expresar, algo tan difícil como una guerra.
Todo empezó al llegar a la Base Naval de Puerto Belgrano en la ciudad de Punta Alta. Su destino fue el portaviones ARA 25 de Mayo; su madre, Irma Fisher, creyó que él se encontraba en el “General Belgrano”, que había sufrido un trágico destino, por lo cual debemos de imaginar lo que habrá sufrido. José la recuerda con mucho cariño y respeto. El 2 de abril de 1982 marcó la memoria y los pensamientos de cada soldado que tuvo que responder al llamado de guerra, pero para José fue algo más, era su cumpleaños. Cuando se le pide que recuerde el día y la hora que comenzó oficialmente el conflicto, comenta que ya se encontraba finalizando su guardia en la estación de control averías y lucha contra incendio, perteneciente a la división Romeo donde en compañía de sus camaradas, el Cabo segundo Luis Herrera, el Cabo López, Cabo Gonzáles, Cabo principal Bip y el Suboficial principal Gómez que eran en ese momento su familia, fueron sorprendidos por el alta voz que les comunicaba la verdad de su destino, un destino que sin dudas a él y a sus amigos, les cambió la vida.
Hoy en día hay muchos veteranos de Malvinas los cuales siguen sin recibir todo sus derechos, por eso José siente un gran agradecimiento al equipo de la embajada, al Sr. Francisco Tropepi encargado de negocios, el agregado de la marina Mauro Ustelo que al llegar la primera vez lo recibió con “es un orgullo conocerlo” y quienes le abrieron las puertas para escuchar su historia y comenzar este proceso. Pero al mismo tiempo recordó con gran emoción al ex Agregado de Defensa el Coronel Claudio Cervigni quien fue el primer miembro de las fuerzas armadas argentinas que lo reconoció como veterano de guerra. El Coronel Cervigni dentro de su actividad diplomática y militar sigue su lucha por la causa de Malvinas, quien durante su estadía en Israel dedicó muchas charlas a nuestros periodistas sobre los derechos de la República Argentina sobre las islas, nombró la sala de conferencia de la embajada como “Malvinas Argentinas” y fortaleció el sentimiento nacional malvinero de muchos de los argentinos que viven en Israel.
Si bien su experiencia por las islas fue para José una etapa que mantuvo en silencio durante mucho tiempo, hoy su naturaleza de soldado se vuelve a despertar para seguir combatiendo pero en otro terreno, por sus derechos, y quien es o fue soldado sabe bien que no se toma de la cantimplora sin verificar que los otros soldados hayan tomado antes, por lo cual José junto a sus camaradas con los que renovó contacto será la voz fuera de la Argentina para contar sus historias, luchar por lo que se merecen y mantener la moral bien alta de los que hoy ya no están.
Para finalizar, remarcó que se debe volver al diálogo y que no guarda ningún rencor, que entiende que el lado enemigo también fue mandado ahí dejando atrás a sus familias.
Hoy José trabaja como Terapeuta hospitalario y sueña con seguir la carrera de enfermería, según el ayudar a otros es la manera de poder agradecer todo lo que dios le dio.